A la derecha, detrás nuestra, Rafel Lara con megáfono en mano.
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Por tercer año consecutivo acudimos a la Duatlón Alcalá Panadera, en Alcalá de Guadaíra, donde el amigo Rafael Lara y todo un gran equipo del Club de Tenis Oromana nos reciben magníficamente bien, tanto como para olvidarnos de un año pa otro de la dureza de los recorridos.
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Todo positivo en el día de hoy. Lo primero por el gran ambiente, que pude compartir con toda mi familia, animándome en todo momento. Me alegra mucho volver a ver a tantos amigos que nos echaban de menos, lo cual era recíproco. Y como satisfacción, la de conocer y convivir con compañeros nuevos, unos más avezados, otros que se estrenaban en estas lides. Además, la rodilla va muy bien.
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Aquí vemos un nutrido grupo hoy de duatletas. A la izquierda la élite (sin contarme a mí, claro), con Caballero del Palaciego, Manolín del Club Los Botellines y este amigo nazareno que no me acuerdo de su nombre (su mujer también es una gran campeona), que estaba con ganas de salir corriendo... A mi izquierda, un duatleta con gorra, que corra (siento no saber quién es). En el centro, Fernando (retiro lo de Gran) Tragabuche, escoltado por Sergio Ako y José Ramón, el Triatleta Nazareno. En la esquina derecha, pues eso, otros que se iban a pegar la pechá...
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Saliendo tras la transición. El recorrido en MTB, precioso, duro, con calor, pero sin incidencia reseñable, con precaución ante posibles caídas, con suerte ante los pinchazos, y ¡sin bajarme en ninguna cuesta, sobre todo en la del chorrito! A la tercera va la vencida, pues cada año me bajaba e iba a reata un buen tramo.
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Aunque hice más tiempo que el año pasado, como podréis ver, estoy muy contento. Después, cervecitas, hoy sin alcohol, perritos y hamburguesas con la familia, una buena bolsa de regalo, y todos contentos. Rosalía, que hoy era la fotógrafa, también está saliendo en bici, así que al año que viene a lo mejor se anima, aunque yo le recomendaría mejor la de Los Palacios...
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Aquí con mi hijo Javi, casi con la misma postura los dos. Parece que hablamos muy tranquilamente, o que le estuviera advirtiendo de algo, pero os aseguro que le estaba lanzando un bidón negro, ya vacío de bebida isotónica, justo antes de llegar a meta. ¡A ver si localizáis el bidón!
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Un fuerte abrazo a todos, suma y sigue.
Un fuerte abrazo a todos, suma y sigue.
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Diego Gómez Ojeda.
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