lunes, 28 de diciembre de 2009

UN RELATO CORTO, E INOCENTEMENTE BONITO

Nos han contado un relato propio de estos días, muy sencillo, y que queremos compartir:

Entre los pastores que acudieron a adorar al Niño había uno tan pobre que no tenía nada que ofrecer y se avergonzaba mucho. Llegados a los pies del pesebre, todos rivalizaban para ofrecer sus regalos. María no sabía cómo recibirlos todos, al tener en brazos al Niño. Entonces, viendo al pastorcillo con las manos libres, le confió a Jesús. Tener las manos vacías fue su fortuna.

5 comentarios:

  1. realmente tierno y bonito relato diego.feliz entrada y salida de año,un abrazo.

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  2. Bonito relato, bonito regalo el recibido entre sus brazos. Nunca se sabe dónde está la fortuna.
    No cansarse nunca de estar aprendiendo siempre.
    ¡FELIZ 2010¡

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  3. Feliz entrada de año, y que este año sea muchisimo mejor que el pasado.
    Saludos a ti y a Rosalia.

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