XX CARRERA POPULAR DE TRIANA Y UNA REFLEXIÓN ENDULZADA

Hola Amigos, con mayúsculas:

Como veis andamos un poco "perdidos". Sólo nos dejamos ver este año en las populares del IMD, que por cierto hay que destacar una vez más la gran participación y la magnífica organización. Terminamos a final mes en el Distrito Sur, donde daremos por finalizada esta peculiar temporada, y en la que las lesiones y los cuarenta y pocos años se han asociado. En fin, ya vendrán tiempos mejores.

Lo bueno de todo, es que estamos diversificando nuestra actividad, alternando piscina y bicicleta, sobre todo yo, y así voy tirando con mi Meniscopatía Degenerativa Externa Grado II, que fue el resultado de la resonancia magnética en el mes de Abril.

Mi campeona tiene tocado el talón de aquiles, así que también se está cuidando. Aún así va segunda de su categoría, que no está nada mal. Así que este año preelectoral también acudiremos a la Cruzcampo de orgulloso consorte de galardonada. Eso está bien.

Acabo con una reflexión: el domingo en la carrera asistí a un incidente en la cabeza de la misma. Por poco no se pegan dos atletas entraditos en años de dos clubs muy conocidos. Todo porque uno adelantó al otro, que iba más despacio, y al que habían adelantado varios y coincidió que le rozaron, empujaron, y se enfadó dando un manotazo al que le adelantaba en ese momento, que se volvió y le recriminó. El adelantado se justificó en su enfado, pero lamentablemente por poco no llegan a las manos, teniendo que mediar varios compañeros de ambos clubs. Finalmente no pasó nada, pero da un poco de pena y da qué pensar.

Bueno, no critico a ninguno y critico a los dos. El caso es que me recordó a un señor que vino a Utrera a comprar dulces un domingo por la tarde, se quiso colar y se enfadó he hizo enfadar a varios compradores de nuestros deliciosos manjares y él también se enfadó. ¡Cómo le sentarían los dulces con el enfado, a él y a los demás! En fin, eso no creo que sea bueno ni para la salud ni para nada, y para mí correr es una alegría, como comer pasteles de Utrera, pasteles o cualquier exquisitez que te guste.

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El día que me veáis con cara rara con algún atisbo de enfado, me lo decís al momento, pues un calentón de estos nos puede dar a cualquiera en cualquier momento, pero en ese caso me comeré un buen dulce, o me tomo una cerveza fresquita, y si es con amigos mejor. Invito yo, y si no, me hacéis pagar a la fuerza por evitarme un disgusto, pero sin enfadarnos eh?...

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Hasta pronto.

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Diego Gómez Ojeda.