Fue en marzo, pero de hace cinco años, en pleno confinamiento del COVID-19, cuando tuve mi primer ataque de gota. Se conoce con este nombre al aumento de ácido úrico en la sangre con afección de alguna articulación, en mi caso, la articulación del dedo pulgar del pie, del izquierdo para ser exacto. Se crea en ese entorno una sustancia, como cristales, que se elimina poco a poco, pero el proceso es muy doloroso.
En aquella ocasión, en 2020, lo relacioné con una postura forzada de yoga y la ingesta de productos del mar, pero era raro, la verdad, ese calor articular, y sobre todo el dolor tan intenso. Analgésicos, paciencia y poco más. Además, todo el mundo deseando salir a la calle, andar y hacer deporte, y yo en casa, sin la menor gana. Eso sí, aproveché esos meses, para poner al día mis blogs. Bueno, en eso coincido también, casi reincidente, poniendo al día mi blog deportivo, y sin salir tampoco, en este caso con lluvia persistente.
Ahora en serio, tendré que mirar lo que ha pasado. Ahora no he tomado nada que provoque esta subida de ácido úrico. Quizás he tomado algo más de tomate, bebido en forma de gazpacho, pero sin abusar de nada que supiera que podría afectar. Van dos, y si no se cuida puede afectar a la articulación, y no me lo puedo permitir, no quiero que haya una tercera. Porque además es muy doloroso, muchísimo.
A lo que iba. Sabiendo que no he podido comenzar el Circuito 10K del IMD y que el próximo domingo tampoco podré correr en el Parque de María Luisa, espero volver ya en abril, donde si todo está correcto iré a El Coronil, vecina localidad del Bajo Guadalquivir donde tengo buenos amigos y donde me gusta mucho correr por sus calles. Eso será el 6 de abril, y espero estar recuperado.
Vamos con mis entrenamientos de Maratón. Como comentaba en mi anterior entrada, esperaba haber corrido la Zurich Maratón de Sebastián el día 24 de noviembre de 2024, donde tendríamos algunos días de vacaciones en Bilbao y Donosti, pero nada, no pudo ser. Viajé solo en coche el viernes anterior, haciendo noche en Salamanca y llegando a San Sebastián el sábado por la tarde. Justo antes de ir a recoger el dorsal y la camiseta, recibo un correo donde me informan que se suspende la prueba, por alerta naranja, con vientos durante la mañana del domingo de más de 120 kilómetros por hora.
Una sensación muy extraña. Más 12.000 atletas en la ciudad donostiarra, con sus dorsales preparados sabiendo que al día siguiente nadie iba a completar los 10, 21 ó 42 kilómetros. Caras serias, algunas lágrimas, todo educación y resignación. Casi sin dormir, a las 6 h. del domingo, de noche aún, me vuelvo para Utrera. Cuanto antes esté en casa mejor, porque viento, sí que hizo, y la suspensión más que justificada. Una pena, porque estaba bien para rondar las cuatro horas, pero sobre todo para completar las grandes maratones de España, las cinco grandes, las Zurich Maratón, junto a Sevilla, Madrid, Barcelona y Valencia. Pero no ha podido ser. La vida. Ya veremos en el futuro.
Pero como ya he escrito mucho, vamos a las fotografías, que ilustran mucho mejor y de forma más amena mi particular preparación maratoniana, la de Sevilla de 2025, donde he completado la docena y mi Maratón número 15 en total. Tampoco me voy a quejar, aunque cada vez pienso que mi distancia es la Media Maratón, donde por culpa de estos entrenos he superado la nada despreciable cifra de sesenta medias.
15K Sevilla Expience, 3 de noviembre de 2024.
Media Maratón "Tierra y Olivo", Dos Hermanas, 10 de noviembre 2024.
45ª Media Maratón Sevilla-Los Palacios, 15 de diciembre de 2024.
XXX Media Maratón de Sevilla, 26 de enero de 2025.
XLI Media Maratón "La Cal y el Olivo", de Arahal a Morón de la Frontera, 9 de febrero de 2025.
Y poco más, salvo que decir, que con esta entrada está todo al día. En cada foto hay una pequeña historia, buena compañía, buenos amigos que hacen fotos o te graban, y muchos kilómetros en mis piernas, que espero sean muchos más y por muchos años.
¡Hasta pronto!