Lamentablemente el titular no es nada alarmista, sino que es real. El deporte de base, es decir, el que no es profesional ni tiene ánimo de lucro, el que practicamos millones de deportistas en España (niños, jóvenes y adultos), está en el punto de mira del Gobierno Central, que lo pretende “regularizar” desde el punto de vista “legal”, aplicándole la legislación laboral y de Seguridad Social.
En un numeroso encuentro, con más de doscientos asistentes afectados, la Junta de Andalucía ha dado a conocer que el Estado va a poner en marcha a partir del día 1 de noviembre de 2014 inspecciones laborales a tal fin. La medida implica la obligación de afiliarse a la Seguridad Social y de abonar las correspondientes cotizaciones, tanto por parte de los clubes deportivos de base como de sus deportistas, entrenadores, técnicos, masajistas, monitores, preparadores físicos, etcétera. Además, no sólo será obligatoria en los casos en que la retribución sea igual o superior al salario mínimo interprofesional, sino también cuando exista una retribución, por exigua que sea, aunque no alcance el salario mínimo. Sólo en el caso en que no se perciba cantidad alguna, no se estaría afectado ni obligado por la medida.
La justificación o motivación para esta actuación es de por sí muy llamativa. En dicho encuentro, celebrado el día 6 Octubre en Sevilla, se informa a su vez que la Junta de Andalucía fue convocada el día 31 de Julio a la Conferencia Sectorial con el Ministerio, donde en base a la Disposición Adicional decimosexta de la Ley 14/2013, de 27 de septiembre, de apoyo a emprendedores y su internacionalización (por lo que se ve muy relacionada esta ley con el deporte de base), se les da a conocer el estudio correspondiente.
[Disposición adicional decimosexta. Actividad desarrollada en clubs y entidades deportivas sin ánimo de lucro.
En el plazo de 4 meses desde la aprobación de la presente Ley el Gobierno procederá a realizar un estudio de la naturaleza de la relación jurídica y, en su caso, encuadramiento en el campo de aplicación de la Seguridad Social de la actividad desarrollada en clubs y entidades deportivas sin ánimo de lucro que pueda considerarse marginal y no constitutivo de medio fundamental de vida.]
Pues bien, presentado el “Estudio sobre la actividad desarrollada en los clubes y entidades deportivas sin ánimo de lucro”, elaborado conjuntamente por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Consejo Superior de Deportes (CSD), es evidente que se está considerando o presuponiendo la naturaleza jurídica de carácter laboral-empresarial de la actividad que desarrollan clubs y entidades deportivas sin ánimo de lucro. Y no sólo eso, sino que además, se informa (yo diría “se amenaza”) que a partir del 1 de Noviembre, se dará instrucción a la Inspección Laboral a los efectos perseguidos, que nos son otros que la “regularización laboral” mediante la correspondiente alta, afiliación y cotización en la Seguridad Social. Y no sólo eso, sino que se amenaza (ahora sí) que existirá un período voluntario para la regularización, que en caso de incumplirse, tendrá efectos retroactivos de cinco años.
Evidentemente, la convocatoria, a la que acudió un diverso colectivo afectado (entidades locales, clubes deportivos, patronatos, federaciones, ayuntamientos…), se hace con el objetivo de informar sobre la afectación directa, pero también consiguió el común objetivo de compartir la preocupación ante la gravedad de la situación, recabar aportaciones, buscar soluciones y diseñar estrategias ante lo que se plantea desde el Estado.
Entre las distintas alternativas ante este proceder de la Administración Central, se propuso se estudiara la posibilidad de acudir al sistema de becas con la respectivas retenciones si fuera necesario, también la posibilidad de la aplicación de la figura del voluntariado, la petición de apoyo a la Junta de Andalucía y resto de administraciones, reivindicar para derogar o paralizar la medida, imposibilidad aplicación una vez planificada e iniciada la temporada 2014/15, todo ello ante la coincidencia general en la no consideración de relación laboral alguna, la petición de mecanismos de información rápidos y eficaces, así como la petición de calma ante la posible alarma social, todo ello ante la decepción y preocupación generalizada de los asistentes.
A nadie se le escapa que nos encontramos ante una cuestión política de fondo entre Gobierno Central y Autonómico. Tampoco se nos escapa que alguien ha pensando (estadísticamente hablando) que aplicando esta medida se podría conseguir bajar las ratios y porcentajes de paro a través de la conversión de relaciones de mera colaboración, voluntarias y prácticamente altruistas en relaciones laborales, pero lo cierto y verdad es que existe un verdadero ataque al deporte base, que como bien se recordó en el referido encuentro “cumple con una función social y de interés general de primer orden. Además, aporta innumerables beneficios como el desarrollo saludable e integral de la infancia y la juventud, a la vez que inculca valores positivos como el trabajo en equipo, la solidaridad, la capacidad de superación y el respeto”.
Pensemos en el cambio producido en nuestra sociedad en lo que va de siglo XXI, donde el 42% de la población andaluza practica alguna modalidad deportiva, y cómo los distintos clubs y asociaciones sin ánimo de lucro se verán afectados si la amenaza se cumple, pues sus gastos automáticamente se incrementarían en torno al 50%, con el peligro cierto y real de que desaparezcan. Porque, ¿quién va a pagar estos incrementos en sus ajustados presupuestos? ¿Existen ayudas o subvenciones para amortiguar los efectos? ¿Existe una planificación a medio o largo plazo de un nuevo modelo de gestión y concepción del deporte base? ¿Está tan clara la naturaleza laboral de estas relaciones? ¿Están resueltas todas las dudas respecto de posibles incompatibilidades legales? Son muchas preguntas, y pocas las respuestas.
Habrá que estar muy atentos. La Consejería de Educación, Cultura y Deporte mostró su compromiso de promover en el Parlamento Andaluz una Proposición No de Ley, y se podrán o deberán promover adhesiones a esta iniciativa en los distintos plenos y corporaciones municipales. Es de esperar que exista una efectiva movilización y coordinación de los clubes deportivos de base y que éstas vengan de la mano de las distintas Federaciones, que además deben ser quienes faciliten la información de los avances en la búsqueda de soluciones. Esperemos y confiemos que así sea, aunque cierto es que nadie ocultó su preocupación por el futuro del deporte base, el de cada uno en particular y en general el de todos.
Desde mi punto de vista, pienso que hay una gran heterogeneidad de situaciones en el deporte no profesional, y que se pretende a todas por igual aplicar la misma medida, sin prever las negativas consecuencias, medida mal pensada y sin ninguna planificación ni distinción de las situaciones semiprofesionales respecto de las de puro altruismo y afición. No parece que se haya hecho un estudio serio ni que se hayan llegado a conclusiones tales que justifiquen medidas tan drásticas como la que se pretende con esta "regularización laboral". Queda mucho por hacer y mejorar, cierto es, pero de otra forma, con otras formas.
Diego Gómez Ojeda
abogado y deportista